Con participación de millar y medio de atletas, en representación de todos los estados del país, fueron inaugurados en el estadio olímpico de la Ciudad Universitaria, en Caracas, los I Juegos Nacionales Deportivos el sábado 26 de agosto de 1961.
Por Javier González
El evento multidisciplinario venía siendo propuesto desde mediados de 1959 por el dirigente del Comité Olímpico Venezolano (COV), don José Beracasa, quien consideraba que se hacía necesario que los mejores atletas de todo el país se midieran en una competencia del más alto nivel para concluir el ciclo que involucraba importantes pruebas de carácter municipal, estadal y regional.
Brígido Iriarte, atleta caraqueño de pista y campo con amplio palmarés en citas internacionales, tuvo el honor de encender el pebetero con la antorcha proveniente del fuego de Carabobo, mientras que al campeón mundial de skeet, Carlos Plaza Márquez, le dieron la responsabilidad de ofrecer el juramento de los atletas participantes.
Momentos en los que el Cardenal Humberto Quintero bendice los juegos
Previamente, la ceremonia de apertura incluyó en su programa las palabras de representantes del Estado, que estuvieron a cargo de Reinaldo Leandro Mora, ministro de Educación y Carlos Parisca Mendoza, director del Instituto Nacional de Deportes (IND) y presidente del comité organizador, así como la voz y bendición de la iglesia venezolana, la cual estuvo a cargo del Cardenal José Humberto Quintero.
Parisca Mendoza, en su discurso, consideró a los primeros Juegos Nacionales como un jalón trascendental en la historia deportiva de Venezuela, tal y como se puede apreciar en parte de sus palabras, publicadas en la edición del diario El Nacional del 28 de agosto de 1961.
“La fecha de hoy, 26 de agosto de 1961, ha de marcar la historia deportiva de Venezuela. Por primera vez representantes de todo el ámbito nacional se congregan para competir en un certamen único, cuyo programa prácticamente abarca todas las especialidades deportivas que se practican en el país. Magnífica asamblea, merced a la cual, más de un millar de compatriotas procedentes de todas las regiones del territorio patrio, han de convivir durante quince días en la capital de la república, para cotejar sus fuerzas en las múltiples modalidades de la lucha deportiva, y a la vez promover y estrechar los vínculos espirituales entre los individuos de esas mismas regiones”.
Vista de la tribuna del estadio Olímpico de la UCV, escenario de los primeros Juegos Nacional
Porque la frase tan conocida de Coubertin: “lo importante en el deporte no es vencer sino competir” por mucho que la repitamos no será jamás un lugar común, sino la expresión más cabal y elocuente de lo que debe ser la contienda deportiva”.
En el majestuoso evento deportivo participaron 23 entidades federales en 27 disciplinas oficiales y dos de exhibición. Distrito Federal resultó triunfador al cosechar 203 preseas, 81 de ellas de oro, 79 de plata y 49 de bronce.
