Un total de 100 casas de una comunidad en Texas, Estados Unidos, han sido creadas enteramente y capa a capa con una impresora 3D de tamaño industrial.
Por Saraí Coscojuela
Un total de 100 casas de una comunidad en Texas, Estados Unidos, bautizada como Wolf Ranch, han sido creadas enteramente y capa a capa con una impresora 3D de tamaño industrial.
La construcción de este pueblo, que está a punto de terminar, arrancó en 2022 en un proyecto que apenas dos años después, será finalizado en el próximo verano. Esta celeridad ha sido posible gracias a que el modus operandi para edificar las viviendas no ha sido tradicional.
Todas fueron impresas en 3D en una colaboración con la empresa texana ICON -especializada en impresión 3D a gran escala-, la compañía Lennar, que también es uno de los mayores constructores de viviendas de Estados Unidos y el estudio de arquitectura de alto perfil Bjarke Ingels Group de Dinamarca.
Las casas se construyeron desde cero usando un modelo de impresora Vulcan que mide 14,2 metros por 4,75 metros y es capaz de construir una casa de 278 metros cuadrados con una mínima supervisión humana y sin necesidad de moverla.
Cada casa se va creando capa a capa mediante la extrusión de una mezcla patentada similar al cemento que va saliendo a través de una boquilla como si de pasta de dientes color gris se tratara, y que sigue un plano previamente introducido, permitiendo cómodamente la construcción de la estructura básica de la casa.
Cuando la parte fundamental es impresa, es cuando aparecen los humanos que se dedican a terminar las ventanas, las puertas, el techo y todo lo que sea necesario para poder llamarlo finalmente una residencia.
Las casas de una sola planta tienen entre 140 y 195 metros cuadrados y dos o tres baños disponibles, según el plano de la planta. Los interiores son luminosos y espaciosos con cocina abierta, generosos ventanales y un gran salón.
“Por primera vez en la historia del mundo, lo que estamos presenciando aquí es una flota de robots que construyen una comunidad entera de casas. Y no cualquier casa, sino casas que son mejores en todos los sentidos… mejor diseño, mayor resistencia, mayor rendimiento energético y comodidad, y mayor resiliencia”, explicó Jason Ballard, cofundador y director ejecutivo de ICON en un comunicado de prensa.
Los precios de estas viviendas, que son de una sola planta y de tres a cuatro habitaciones, arrancan en 400.000 dólares.
Cada casa tarda unas tres semanas en imprimirse por completo y todas ellas están diseñadas para resistir el moho, el calor, las termitas, el agua y las condiciones climáticas extremas.
Además, cada una de estas viviendas está equipada con un sistema de paneles solares y tecnología de hogar inteligente, lo que incluye cerradura digital, un videoportero Ring y un termostato inteligente.