Los Juegos Olímpicos de la Juventud no son concebidos como un evento estrictamente competitivo, sino antes que nada, como una experiencia cultural y fraternal entre adolescentes de entre 14 y 18 años de edad de los cinco continentes: promesas del deporte y de ciudadanía del mundo.

Dentro de este contexto hay que entender las pruebas mixtas, en las que algunos atletas venezolanos han formado equipos con jóvenes de otros países (de hecho, así se montó en el podio uno de los medallistas de Singapur 2010, el judoca Pedro Pineda).

Por ejemplo, este domingo en Nanjing 2014, a las ciclistas Andrea Contreras y Daryorie Arrieche les tocó acoplarse con un egipcio y un griego en el relevo mixto (finalizaron en la casilla 23).

En el tiro con arco, la larense Verona Villegas hizo pareja con el eslovaco Boris Balaz y avanzaron juntos hasta octavos de final. Una experiencia de vida que difícilmente olvidarán, más allá de ganar o perder.