Comenzó la cuenta regresiva para el ingreso de Bob Abreu en el Salón de la Fama del Beisbol en Venezuela.
El retiro del Comedulce, este domingo, entre aplausos y batazos, puso fin a una carrera de dos décadas que no tiene comparación entre peloteros venezolanos.
Puede que para su ingreso en Cooperstown sea necesario un largo debate y una espera quizás interminable. Pero las puertas del templo de Valencia están abiertas para él.
Abreu deja un récord que será difícil de batir en la LVBP, con el mejor average de bateo para una temporada. Lo hizo en la zafra 1998-1999, cuando ligó para .419 con el madero.
Su línea definitiva en nuestra pelota es notable. Puso un average de .304, con .467 de slugging y un promedio de embasado que ronda los .400 puntos.
Fueron 16 campañas en Venezuela, una cantidad apreciable para quien también disputó 18 en las Grandes Ligas.
Únicamente seis peloteros tienen averages sobre .300 en esta liga, luego de consumir al menos 1.700 veces al bate. La exclusiva lista incluye al aragüeño y a Víctor Davalillo (.325), Luis Sojo (.320), José Castillo (.305), Alex Cabrera (.301) y René Reyes (.301).
Pero Abreu es mucho más que eso. Es el único 30-30 venezolano en las mayores. El único con más de 250 jonrones y 250 bases robadas allá. El líder de todos los tiempos entre nativos, con 1.453 anotadas, 574 tubeyes y 1.476 boletos. El escolta de Luis Aparicio y Omar Vizquel con 400 estafas. El escolta de Andrés Galarraga, Miguel Cabrera y Magglio Ordóñez con 288 bambinazos.
Una carrera incomparable. Por eso tendrá un lugar entre los inmortales de nuestra pelota.
Imagen: Cortesía Leones.com
Por Ignacio Serrano (@IgnacioSerrano)
