Todos tenemos recuerdos de juguetes con los que nos encantaba jugar de niños, ya fueran bloques de construcción o trenes a escala, una casa de muñecas o una vajilla para tomar el té.Eso no significa necesariamente que quien jugó con ellos se convirtió luego en albañil o conductor de trenes, ama de casa o camarera.
Sin embargo, hay quien advierte que los juguetes de género pueden afectar la carrera futura de los niños, particularmente porque podrían desincentivar la atracción de las niñas por la ciencia y las matemáticas, o el interés por la ingeniería.
Según el informe “El mundo de las mujeres 2010”, del departamento de Economía y Asuntos Sociales de Naciones Unidas, “pese a la mejora del acceso a los estudios universitarios de las mujeres”, los hombres las siguen superando en número en los campos de ciencia, ingeniería y manufactura, así como en construcción y agricultura.
Ocurre así en 89 de los 117 países de los que se dispone de datos.
En Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres representan cerca de la mitad de la fuerza de trabajo y, sin embargo, en los sectores Ciencia, Ingeniería, Estadísticas y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) ocupaban apenas el 26% de los puestos, según cifras para 2011 de la Oficina del Censo. En Reino Unido es menos: 20%.
Los críticos dicen que la publicidad de los juguetes explota estereotipos de género, canalizando las muñecas, las cocinas y las princesas con colores rosados a las niñas y las figuras de hombres de acción, kits de construcción y autos de carreras a los chicos.
Feministas en Reino Unido, por ejemplo, presionan para que las jugueterías sean organizadas “por categorías y no géneros”, al considerar que los estereotipos sexistas limitan los intereses de los niños.
De hecho, algunos grandes almacenes como Marks and Spencer o jugueterías como Hamleys, en Londres, ya han descartado las etiquetas de niños y niñas.
Pero, ¿de verdad los juguetes impactan en la elección de carrera? Becky Francis, profesora de Pedagogía de la Universidad de Roehampton, en Reino Unido, cree que sí.
“Diferentes tipos de juguetes transmiten a chicas y chicos mensajes sobre lo que es apropiado hacer y tienen contenido educativo diferente. Ambos elementos son importantes y pueden tener influencia en las posteriores elecciones profesionales”, dice.
Francis concluyó que los niños tendían a recibir más juguetes en los que hay acción, construcción o maquinaria, mientras las mujeres eran impulsadas hacia las muñecas y lo que se supone que son intereses femeninos, como la peluquería.
El mensaje de fondo pareció ser que los niños debían resolver problemas mientras las niñas se dedicaban a los cuidados y la crianza
Una investigación de la cadena de tiendas Argos encontró que a más del 60% de los adultos en trabajos con contenido de diseño, como arquitectura e ingeniería, les gustaba jugar con bloques de construcción de pequeños.Incluso más, el 66% de quienes trabajan en roles relacionados con matemáticas -como contadores y banqueros- preferían los rompecabezas.
Pero la psicóloga infantil y de familia Margaret McAllister coincide en que hay más influencias significativas en la elección de la carrera profesional que sólo los juguetes.
“Es un enfoque superficial y simplista decir que incentivar a las niñas a jugar con autos y camiones puede hacer que se conviertan en ingenieras. No hay evidencias”, asegura.”También es muy limitante para la experiencia de un niño, cuando la perspectiva de emprender una carrera laboral todavía está tan lejos”.
McAllister cree que animar a los niños a explorar, preguntar, interactuar con otros y trabajar juntos tiene mucho más impacto.
“A la gente equilibrada con buenas habilidades sociales en general les va mejor. Además, los niños tienen acceso a juguetes fuera del hogar, como la guardería, con lo cual no se puede controlar por completo con lo que juegan”, opina, en conversación con la BBC.
Fuente: BBC