Por Ignacio Serrano | @IGNACIOSERRANO
El novato venezolano Gleyber Torres está labrándose muy rápidamente nombre y fama con el equipo más popular del mundo en el deporte de sus amores.
El caraqueño no sólo brilló en su primer mes en las Grandes Ligas, poniendo números brillantes. Lo ha hecho, además, a pesar del hándicap que representa su mocedad, un detalle que ha servido para resaltar su clamoroso estreno.
El 21 de mayo, al lograr su primer encuentro de dos jonrones, se colocó por arriba de Joe DiMaggio y por debajo únicamente de Mickey Mantle en la lista de peloteros más jóvenes que han podido sacar dos cuadrangulares en el mismo choque con el uniforme de los Yanquis de Nueva York.
Mantle y DiMaggio son dos de las figuras más populares de todos los tiempos en las Mayores, presencias incontestables en el Salón de la Fama de Cooperstown y caudillos de sendas dinastías que permitieron reinar a los bombarderos del Bronx entre los años 30 y los años 60.
El criollo llegó a ese encuentro con 21 años y 159 días de nacido.
Ya su primer vuelacercas le había permitido ser el toletero más mozo en medio siglo con un bambinazo para la histórica franquicia.
Torres llegó a la Gran Manzana entre címbalos de júbilo, en el cambio que envió transitoriamente a los Cachorros de Chicago al cerrador cubano Aroldis Chapman. El antillano regresó luego a los Yanquis, como agente libre, y el equipo tiene ahora mucho más que su real y medio. Porque el venezolano vale oro.
Lo está demostrando sus actuaciones en los diamantes.
