Por José Suárez Núñez
Las autoridades españolas enviaron el primer barril de petróleo a España el 30 de abril de 1539, iba destinado para curar o aliviar la gota que padecía el Emperador Carlos V de España. Esta es la primera noticia documentada de algún envío de petróleo de Venezuela al exterior.
El barril fue enviado en la nao Santa Cruz, bajo el mando del capitán Bernardino De Fuentes e iba destinado al Tesorero de Nueva Cádiz, Don Francisco de Castellanos.
Ya para 1878 la compañía pionera, la Petrolia del Táchira, inició el comercio del petróleo con el exterior y comenzó vendiendo kerosene a Colombia, el cual era transportado a lomo de mula.
Los viejos petroleros dicen muchas cosas. Una de ellas es que, aunque utilicen los más sofisticados equipos de perforación, no están convencidos de la presencia del petróleo hasta que el taladro penetra en la roca y sale el crudo. Hay que tener en cuenta que este es un negocio muy riesgoso donde debe tenerse una dosis de aventura y riesgo, por eso la recompensa a veces es tan espectacular para aquellos que lo encuentran.
El creador de esta industria tal como se le conoce actualmente fue John D. Rockefeller, quien entendió que para poder triunfar a largo plazo era imprescindible tener el control de todas las fases del negocio.
Las mayores reservas de petróleo y gas convencional que se están explotando actualmente en todo el mundo, fueron descubiertas hace más de 45 años de fácil acceso y bajo costo. Los principales productores del mundo son Arabia Saudita, Rusia, Estados Unidos, Irán, México, México, Venezuela, Noruega, Canadá y Reina Unido. En el otro lado de la moneda están los principales consumidores: Estados Unidos, China, Japón, India y Rusia.
El consumo mundial de petróleo es de 89 millones de barriles diarios, de los cuales 31 millones de barriles los aporta la Organización de Países Exportadores de Petróleo y los otros los producen lo No-OPEP. El 65 por ciento de ese petróleo se transporta en tanqueros, el resto a través de oleoductos y poliductos.
El consumo del gas es de unos 50 millones de barriles de petróleo equivalentes de gas, en su mayoría se transporta en gasoductos.
El primer tanquero se construyó hace 120 años y constituyen la columna vertebral del negocio. El petróleo y los productos derivados de petróleo son transportados a largas distancias en buques de amplia carga (VLLC) con un peso muerto de 250.000 a 300.000 toneladas, con capacidad para cargar más de 2 millones de barriles en cada viaje y el costo del flete está alrededor de 1 millón de dólares. La mayoría de las tanqueros toman las mismas y tradicionales rutas y se detienen en varios puertos.
En el mundo hay más de 600 refinerías. Unas 160 en Estados Unidos, 70 en Suramérica, 185 en Europa y 160 en Asia.
Las rutas marítimas del eje oriental transportan unos 20 millones de barriles diarios de petróleo y recorren las siguientes zonas: Golfo Pérsico-India; Golfo Pérsico-Suez- Mediterráneo; Golfo Pérsico-India-Bahía de Bengala; Golfo Pérsico-Indonesia-Malasia-Mar del Sur de China; Golfo Pérsico-Mar del Este de China-Japón; Golfo Pérsico-Mar de Filipinas y Golfo Pérsico- Australia.
En las rutas del eje oriental está el estrecho de Ormuz, un área muy sensible que con frecuencia crea incertidumbre de cierre por las amenazas de Irán en sus confrontaciones con países de Occidente y vecinos del Medio Oriente. Por este estrecho cruzan una producción de 16 millones de barriles diarios de petróleo.
En la ruta del eje occidental se encuentra una de las más largas: Golfo Pérsico-Cabo Buena Esperanza, una de las rutas que sólo recorren los supertanqueros y cruzan gracias a las economías de escala. Las otras son Mar Negro-Mediterráneo; Mediterráneo-Océano Atlántico; Norte Canal de la Mancha-Mar del Norte; Mediterráneo–Oceáno Atlántico Norte; Mediterráneo-Estados Unidos; Mar Caribe- Estados Unidos; Mar Caribe-Oceáno Atlántico Sur; Mar Caribe-Oceáno Pacífico Sur; Mar Caribe- Mar del Este de China; Océano Pacífico Sur-Mar Caribe- Golfo de México; Oceáno Pacífico Sur- Australia; Oceáno Pacífico Sur- Mar del Este de China; Ártico.
El mayor tráfico se encuentra entre el Mar Negro y el Mediterráneo, así como el paso entre éste último y el Atlántico. Le sigue en importancia el Caribe, una de las rutas más seguras, salvo en las temporadas de huracanes, cuando las instalaciones que allí se encuentran, pueden ser sensiblemente afectadas.
