Por: Jessica Morales @jessicamoralesh
Llevar un control estricto de nuestros ingresos y gastos es una tarea que aunque puede resultar cada vez más complicada, es imprescindible en este momento. El comportamiento de los precios amerita que la revisión de nuestros gastos sea diaria y su registro minucioso. Debemos prestar atención incluso a aquellos que podrían pasar desapercibidos como las propinas o el pago de tickets de estacionamiento.
En momentos como éste resulta imprescindible ajustar constantemente nuestro presupuesto en función de nuestras necesidades y las de nuestra familia. Es probable que requiramos incrementar nuestro ingreso, así que tomando en cuenta nuestra experiencia, formación y habilidades identifiquemos qué servicio podríamos prestar o qué producto podríamos elaborar para percibir dinero adicional al que obtenemos actualmente con nuestro empleo con las actividades independientes que realizamos.
Si contamos con algo de dinero evitemos dejarlo inmovilizado. Compremos bienes, productos o servicios que necesitamos en este momento o necesitaremos en las próximas semanas. Consideremos también adquirir un bien, equipo o instrumento con el cual podamos generar un ingreso. Por ejemplo, una moto para destinarla a prestar servicio de encomiendas, una computadora y programas especializados para diseño gráfico, o una fotocopiadora para ofrecer este servicio con fines comerciales.
Es importante no descuidar el pago de las deudas para continuar disfrutando del financiamiento que otorgan los bancos a través de las tarjetas y de otros préstamos, que resultan de gran valor en este momento, considerando que las tasas de interés están muy por debajo de la inflación.
Para contribuir con el equilibrio de nuestras finanzas debemos evitar gastar dinero que aún no tenemos en nuestra cuenta. Por ejemplo, pagos que no hemos recibido, aumentos de salario que no se han concretado u honorarios por servicios que aún no hemos prestado.