El administrar muy bien las finanzas del hogar se hace particularmente necesario en familias con niñas y niños. Uso del dinero debe ser eficiente y disciplinado no sólo para cumplir con los gastos básicos. Ni siquiera para llegar a fin de mes, sino que debe quedar un remanente para darle a nuestros hijos la oportunidad de disfrutar sin restricción.

Los niños andan siempre atentos de su entorno y captan a profundidad cuáles son las conductas de los adultos que los rodean. Por ello con aún más razón se quiere enseñarles con el ejemplo. No basta con decirles que no hay dinero para una actividad, sino que se les debe explicar qué sucede con el dinero y por qué se hacen ciertos recortes financieros.

Asimismo, se les debe cultivar el sentido de ahorro. Que ellos entiendan que el dinero que no se gaste en una cosa servirá para otra, además de que hay bienes y servicios que se pueden adquirir como inversión e incluso que con esfuerzo y planificación se puede llegar a una meta.

Según su edad, enséñeles cómo administrar su dinero y asígneles una mesada realista que deberán administrar con responsabilidad y compromiso. No les dé todo lo que pidan, pero tampoco niegue en exceso. Enséñeles a armar presupuestos, fijar objetivos y revise con frecuencia cómo están manejando sus recursos.

Recuerde también enseñarles que hay cosas muy valiosas que no se pueden comprar, cómo diferenciar lo que se quiere de lo que se necesita, establecer prioridades y que no siempre obtenemos lo que queremos, pero que ello no es razón para dejar de trabajar por nuestros sueños.

Promueva el establecimiento de metas a diferentes plazos, así como las relaciones entre valor, costo y beneficio. Fomente el que lo acompañen realizar actividades como ir al mercado, al banco y pagar servicios para que se sientan comprometidos, entiendan los procesos, aprendan a negociar y comprendan el valor del tiempo.

Permita que interactúen con la realidad, deje que vean precios, comparen y caminen mucho para lograr mejores beneficios. Promueva el pensamiento de que el manejar herramientas tecnológicas para mejorar su vida no es incompatible con el valor de ciertas actividades, como caminar para encontrar mejores precios.

Recuérdeles también que tienen responsabilidades a cumplir y que como miembros del hogar tienen un compromiso con su familia, por lo que deben contribuir en algo, tanto en lo tangible como en lo intangible.

FUENTE: Ana Teresa Trujillo Arroyo / Banca y Negocios