Por Ignacio Serrano
@IGNACIOSERRANO
El derecho venezolano Carlos Carrasco es posiblemente el mejor lanzador de Venezuela en las Grandes Ligas hoy por hoy. Ahora sabemos que también es un pitcher con suerte.
El barquisimetano sufrió un gran susto cuando recibió el impacto de un batazo que le golpeó de lleno en el codo diestro, y tanto su manager Terry Francona como sus compañeros temieron lo peor.
Aquella tarde, Carrasco terminó en el hospital, pero no sería sino hasta dos días después cuando los exámenes médicos comprobaron la primera buena noticia: a pesar de haber quedado inhabilitado y tener que ir a la lista de incapacitados, el crepuscular no tenía daño estructural y, por lo tanto, no tendría que pasar por el quirófano.
Ya eso era bastante. Después de todo, el propio larense sufrió algo semejante dos años atrás, cuando una línea le fracturó la mano derecha y le impidió participar de los playoffs, por más que intentó recuperarse a tiempo para lanzar en la Serie Mundial.
Apenas una semana después de este accidente, ya soltaba el brazo en las prácticas de los Indios de Cleveland. Unos días más tarde, hacía sesiones de bullpen.
Sólo un susto. En eso quedó un episodio que pudo haber terminado peor, y que ha demostrado que Carrasco, además de un buen serpentinero, también es un pitcher con suerte.
