Por: Sarai Coscojuela

@Eco_aliados

La innovación con los paneles solares no deja de avanzar. Ya al pensar en energía solar no tenemos que imaginarnos un panel tradicional, grande y poco flexible para la mayoría de la gente.

Eso ha ido cambiando con el paso del tiempo y gracias a la invención de diferentes investigadores hoy podemos contar con paneles solares que se doblan o que incluso cambian de color para adaptarse a cualquier superficie.

Este es el caso de Dutch Solar, un panel solar que puede emular una superficie de ladrillos o exhibir una composición floral con la que embellecer cualquier fachada. Además mantienen su rendimiento óptimo, que fue la principal preocupación del equipo holandés que diseñó esta tecnología.

Este equipo tiene como objetivo poner la energía solar un paso más cerca de la absoluta “libertad de diseño”. Para este proyecto también contaron con UNStudio, Design Innovation Group, la constructora de fachadas Aldowa, la Amsterdam University of Applied Sciences y la empresa TS Visual, especializada en impresión.

Sin duda una de las firmas claves fue la última pues la técnica de la impresión es la que permite que estos paneles se acerquen a la flexibilidad total en cuanto a la estética. La imagen que la persona quiera para su instalación solar de una fachada se imprime de forma personalizada y a partir de un algoritmo, que es el que garantiza que los paneles ofrezcan el efecto óptico, se le da una cobertura mínima que no limite la entrada de la luz.

El rendimiento es de un 80% y para lograr esto ha sido necesario incorporar tecnología back contact, con la que se obtiene el fondo perfecto para la impresión y para la integración de las celdas fotovoltaicas.

SolarSkin es otro proyecto que hace que los paneles solares cambien de color para integrarse a cualquier superficie. Se fusionarán con la textura del techo imitando azulejos, pizarras, maderas, tejas o cualquier otro material.

Los diseñadores de este panel solar han añadido una capa que los camufla, pero que al mismo tiempo permite pasar la gran mayoría de la luz, de manera que la eficiencia no disminuya, dejándola un 15%.

Esta tecnología permite reproducir cualquier color o textura, e incluso, podría ser utilizada para crear murales.