Por Inés Quintero * | @inesquinterom
Rafael María Baralt nació en Maracaibo en 1810. En su juventud ingresó a las fuerzas patriotas y se inició en la lectura de los clásicos. Su primera campaña fue en la liberación de Maracaibo, en 1823. Tuvo oportunidad de pasar a Bogotá donde comenzó a estudiar jurisprudencia. Al regresar a Venezuela en 1830 apoyó el movimiento separatista que puso fin a la unidad colombiana y continuó su formación en la Academia de Matemáticas e Ingeniería. También se incorporó a la Sociedad Económica de Amigos del País y se vinculó a los círculos literarios de la capital.
En 1835 apoyó al gobierno constitucional de José María Vargas contra la Revolución de las Reformas, esta sería su última campaña militar. A partir de entonces abandonó los cuarteles y se dedicó a la producción intelectual.
Por encargo del gobierno, viajó a Paris en 1841 para trabajar en la redacción del Resumen de la Historia de Venezuela, obra que acompañaría la edición del Atlas físico y político de la República. Este libro, escrito en colaboración con Ramón Díaz, constituye referente fundamental del proceso de construcción de la nación y es una de las obras fundacionales de la Historiografía venezolana.
Regresó a Venezuela por poco tiempo. Ese mismo año viajó a Londres y luego a Sevilla, al Archivo General de Indias para recabar la documentación que sirviera de soporte a las querellas limítrofes por el territorio de la Guayana Inglesa. En 1846 se instaló en Madrid y se dedicó a la creación literaria y a la investigación del idioma castellano. Muy rápidamente su obra fue reconocida en España por la calidad y profundidad de sus contenidos. En 1853 fue elegido Individuo de número de la Real Academia de la Lengua, convirtiéndose en el primer americano en alcanzar esta distinción. No regresó a Venezuela. Falleció en Madrid en 1860.