El Voluntariado Corporativo Banesco, que arriba a su quinto aniversario de existencia, se ha convertido en un importante apoyo en los proyectos que la entidad financiera ejecuta a través de su programa de Responsabilidad Social Empresarial de la mano de sus socios sociales.
Banesco denomina socios sociales a aquellas instituciones y organismos reconocidos en el país por la importante labor que realizan en beneficio de miles de venezolanos en su respectiva comunidad o en todo el territorio nacional.
Los socios sociales de Banesco son: Fe y Alegría, la Asociación Venezolana de Educación Católica, Fundana, Fesnojiv, la Asociación de Damas Salesianas, el IESA, el Museo de los Niños, la Asociación Venezolana contra la Parálisis Infantil, la Sociedad Anticancerosa, la Red de Casas Don Bosco, la Cruz Roja Venezolana y la Escuela Canaima de La Vega.
Unos 300 trabajadores del banco participan en las distintas actividades que promueven Banesco y sus socios sociales, específicamente junto a Fe y Alegría, Fundana y la Cruz Roja de Venezuela. Del total, 260 están ubicados en la Gran Caracas y el resto en el interior del país, especialmente en la región occidental.
Dulce Guerra, gerente de Calidad de Vida y coordinadora del Voluntariado de la entidad financiera, indicó que en el año 2002, con el fin de apoyar el convenio suscrito entre Banesco y Fe y Alegría para la dotación de los institutos universitarios de la red educativa, un grupo de trabajadores decidió ofrecer sus conocimientos y habilidades a los estudiantes en esa retadora experiencia.
Los ejecutivos, profesionales, especialistas y técnicos que forman parte del Voluntariado Banesco trabajan bajo la figura de facilitadores con el estudiantado de los institutos universitarios de Fe y Alegría. En talleres especiales ofrecen sus conocimientos a los estudiantes del Instituto Universitario Jesús Obrero (IUJO) de Catia y del Instituto Universitario San Francisco (IUSFRA) de Maracaibo. Los talleres para el IUJO de Barquisimeto están en desarrollo.
Los cursos versan sobre tópicos que van de Tecnología y manejo de programas informáticos hasta Formación en Valores y Educación para el Trabajo, pasando por temas como Artes Plásticas y trabajos manuales, por mencionar algunos. “Desde que se iniciaron los talleres de la mano de los Voluntarios, se han beneficiado más de 1.000 estudiantes los referidos institutos”, acotó Guerra.
Este año se ha ampliado el programa de experiencias de aprendizaje para los estudiantes del IUJO de Catia y el IUSFRA en Maracaibo. En el primer trimestre del año participaron más de 200 estudiantes en los 18 talleres impartidos.
En abril de 2002, Banesco firmó un acuerdo con Fe y Alegría que contemplaba la entrega de Bs. 10 millardos en 5 años, constituidos en un fideicomiso, para la construcción y dotación de los Institutos Universitarios Jesús Obrero de Catia y Barquisimeto, así como el Instituto Universitario San Francisco, ubicado en Maracaibo.
Tabla 1. Estudiantes participantes de los talleres dictados por los Voluntarios de Banesco.
Por la salud de las zonas populares
Guerra señaló que los proyectos del Voluntariado Banesco con la Cruz Roja Venezolana se remontan a abril de 2004 cuando la Junta Directiva de la entidad financiera aprobó el Proyecto Preparación para Desastres y Atención primaria en Salud con el objeto de mejorar las condiciones de salud en las comunidades de 3 estados del país (Gran Caracas, Vargas y Nueva Esparta). El programa contemplaba la intervención conjunta de los Voluntarios Cruz Roja Venezolana y del Voluntariado Corporativo Banesco. “Se logró la captación de 80 trabajadores de nuestra organización interesados en incorporarse a la actividad, lo cual superó las expectativas de Cruz Roja Venezolana”, refirió la consultada.
En febrero 2005, tras las inundaciones que sufrieron algunas regiones del país, el Voluntariado Corporativo Banesco se incorporó al proyecto de Atención en Salud, Agua y Saneamiento, a través de la organización y distribución de los kits de salud y campaña informativa y educativa que se entregaron a 1.000 familias distribuidas en los estados Vargas, Miranda, Mérida y Yaracuy.
El año pasado, los Voluntarios realizaron varias visitas a la localidad de Las Lapas en el estado Miranda para dictar charlas preventivas sobre enfermedades endémicas y hacer intercambios deportivos con la comunidad como parte de la promoción de estilos de vida saludables.
Sobre los proyectos previstos para 2007, Guerra precisó que se acordó capacitar a los Voluntarios Cruz Roja y al Voluntariado Banesco en Lenguaje de Señas Venezolanas (LSV) durante 3 meses con el fin de capacitar a 192 niños con deficiencias auditivas en Primeros Auxilios Básicos y Prevención de Desastres. Banesco acompañará esta iniciativa aportando Bs. 80,20 millones.
Junto a los Chiquiticos
La Fundación Amigos del Niño que Amerita Protección (Fundana) es otro de los socios sociales de Banesco que es atendido por el Voluntariado de la Organización. “Iniciamos nuestro apoyo hace dos años y hoy tenemos más de 150 voluntarios que visitan las Villas y les brindan acompañamiento a estos niños y niñas a través de la participación en actividades que refuerzan los valores familiares y la educación a través del amor”, dijo Guerra.
Todos los meses, los miembros del Voluntariado visitan la Villa de Los Chiquiticos para celebrar los cumpleaños de los pequeños.
Testimoniales de Voluntarios de Banesco
– Milagros Moya (analista de Caracas, 13 años de experiencia en Banesco y 3 años como Voluntaria): ha participado en las jornadas de ayuda en comunidades de Guarenas, Unidos por Sucre y en el Plan Emergencia de la Cruz Roja, así como en diversas actividades en Fundana, por mencionar algunas. “Me inicié como Voluntaria un poco por curiosidad y por salir de la rutina, hoy en día ser Voluntaria se a convertido en una forma de vida. Es una actividad que no sólo realizo en el banco sino que comparto con mi familia. Mi curiosidad por adquirir conocimientos que puedo utilizar para el bienestar de los demás me ha llevado a formarme como Socorrista Voluntario de la Cruz Roja Venezolana”, dijo. Sostiene que su mejor experiencia en el Voluntariado ha sido “crecer como ser humano, valorar más las cosas que tengo y las personas que me rodean, así como el amor y el respeto a la vida”.
–Javier Márquez Paz es analista de soporte de Banesco en Maracaibo, tiene 7 años en la Organización y en los 2 últimos años ha sido Voluntario. Apoya el área tecnológica, en lo relativo a Internet y programas afines. Ha visitado instituciones como Fe y Alegría y las Damas Salesianas para compartir experiencias e invitarlos a participar de los cursos que imparten. “Soy Voluntario porque creo que es una manera de devolverle a la sociedad, a mi país, a mis padres y a las generaciones de relevo, mis conocimientos y, lo que considero muy importante, experiencia. Transferir experiencias, enseñar, compartir tu conocimiento es un “boomerang” positivo que te enseña mucho de los tuyos y de tu idiosincrasia. Agradezco la oportunidad de Banesco de serlo, porque en mis anteriores trabajos no se hacia nada por las comunidades, ni siquiera las más cercanas.
–Andrés Eloy Blanco Ruiz (consultor de Riesgo Operativo ubicado en Ciudad Banesco, con 2 años y medio en Banesco). En sus 2 años como Voluntario ha participado en los talleres complementarios para el IUJO de Catia específicamente en los relacionados con Gerencia Efectiva I y II y Oratoria. Explica que participa como voluntario porque “es una de las maneras de hacer algo por los habitantes de este planeta, es sembrar hoy el alimento del mañana. Banesco con su Valor Responsabilidad Individual y Social ha hecho realidad el apoyo verdadero y muy palpable a distintos sectores de la población venezolana”.