Por Sarai Coscojuela (@Eco_aliados)
Como hemos visto durante los últimos años algunos alimentos, plantas e incluso los efectos del clima, han ayudado a crear aparatos que produzcan electricidad de una forma eficiente y más amigable con el ambiente. El plátano es una de esas comidas que puede tener más usos en nuestra vida cotidiana
Investigadores del grupo Agroenérgetica de la Universidad Politécnica de Madrid, con la ayuda de un sistema de información geográfica, lograron estudiar el potencial de la biomasa residual del plátano producido en la provincia de El Oro, en Ecuador, para aplicarlo en la bioenergía.
Los resultados del estudio, publicados en la revista Waste and BiomassValorization, explican que con el uso de este tipo de residuos se podría cubrir el 55% de la demanda eléctrica de ese sector y el 10% de bioetanol de todo el país sudamericano.
Los investigadores decidieron trasladarse a Ecuador por ser este el mayor exportador de plátano a nivel mundial, con el 29% del mercado. El transporte de la biomasa es viable hasta una distancia máxima de 20 Km.
Con la investigación se determinó que Ecuador cuenta con 224.137 hectáreas dedicadas al cultivo, de las cuales 59.914 se encuentran en la zona de la provincia de El Oro, lo cual facilitaría el emplazamiento de plantas de transformación.
Igualmente se limitó la cantidad de biomasa que se puede utilizar con objetivo energético, asumiendo que el 36% de los residuos se dedica a las actividades agrícolas. Por último se fijaron dos puntos potenciales de instalación de las plantas de generación de energía a partir de la biomasa lignocelulósica y de producción de bioetanol.
Con el estudio del aproximado en la producción, los investigadores estiman que se pueden llegar a fabricar 19 millones de litros de bioetanol y la potencia instalada en las dos plantas eléctricas puede ser de 18 megavatios.
Bolsa ecológica
Igualmente en Colombia un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, desarrollaron una alternativa biodegradable y ecológica para eliminar las bolsas plásticas en los mercados.
La opción es una bolsa hecha de plátano con un tamaño de 25×30 centímetros y con una resistencia de cuatro kilogramos. Según cifras oficiales cada colombiano usa seis bolsas de plástico a la semana y solo utilizan el 5%.
Ya el país andino eliminará este año el uso de las bolsas plásticas, por lo tanto los estudiantes han presentado una opción para que los ciudadanos puedan llevar sus productos. El tallo del plátano es un residuo agroindustrial con una gran disponibilidad en Colombia y que no tiene uso, y que además puede ser contaminante.