Cuide y resguarde sus chequeras de la vista de otros.
Verifique sus saldos y estados de cuenta regularmente y reporte cualquier discrepancia al banco inmediatamente.
Al recibir su chequera verifique frente al personal del banco sus datos y revise que cantidad de cheques sea el correcto y que el número de los mismos sea consecutivos. Si tiene algún faltante no reciba la chequera y solicite de inmediato la presencia del gerente.
Custodia tus cheques en blanco, como si se tratara de dinero en efectivo, evitando que alguien más tenga acceso.
Recuerda que los cheques son tu responsabilidad desde el momento que lo recibes, incluyendo el mal uso que haga de ellos.
No dejes desatendida tu chequera en escritorios, mesas de restaurantes, o mostradores de comercio.
No dejes tu chequera en el carro. Evita que sea sustraída en el servicio de autolavado, valet parking o estacionamientos.
No guardes el talonario de cheques con documentos en lo que esté su firma.
No firmes cheques en blanco.
No expidas cheques al portador, házlo preferiblemente a favor de una persona determinada, con la inscripción No Endosable.
Si se te perdió o te robaron un cheque o chequera, notifícalo inmediatamente al banco y ordena su cancelación.
No elabores cheques con bolígrafos de otras personas.
No dejes espacios en blanco, específicamente en el área de cantidades (ya sea en números o letras).
No emitas cheques a nombre de personas que desconoce, para pagos de rifas o contribuciones.
Identifica plenamente a quiénes le entregas cheques y de quién los recibes.
Verifica que los cheques que recibas no tenga tachaduras o alteraciones en sus datos.
Destruye perfectamente cheques cancelados o no utilizados. La basura es una fuente de información para la delincuencia.
Lleva un registro de todos los cheques que emitas, con esto evitarás problemas de sobregiro.