Por Froilán Fernández
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Los primeros billetes, hace más de 15 siglos, eran simples recibos que reflejaban depósitos de trigo hechos en los graneros de los templos. La validez de esos recibos dependía de la fortaleza de los ejércitos que custodiaban esos bienes.
Los sistemas monetarios modernos se derivan de la necesidad de contar con un medio de intercambio para el comercio, respaldado por depósitos de oro y plata y en las últimas décadas se ha venido consolidando el manejo del dinero electrónico, pero siempre con el respaldo de una institución financiera. De hecho, el sistema de computación más extendido y complejo del mundo es el que garantiza que una tarjeta de crédito válida (ó hábilmente falsificada) pueda ser utilizada en cualquier punto de venta o cajero del planeta.
Pero justamente cuando los bancos quieren llevar sus usuarios a las transacciones por Internet para descongestionar las agencias y de paso bajar costos, surge en 2009 una curiosa variante del dinero digital: el bitcoin (BTC), que efectivamente circula en las redes, se usa para pagos, cambia de manos, y su precio ronda los 250 dólares, pero no tiene respaldo de ningún banco o gobierno.
Red de pares
Desde el punto de vista tecnológico, los bitcoins (literalmente, moneda en bits) se basan en una red de pares, sin una coordinación central. Entre los integrantes de esa red, que aportan recursos para el funcionamiento de la misma, se ha establecido un sistema de intercambio: si aportas capacidad de cómputo a la red, por ejemplo servidores disponibles para un mejor funcionamiento, o infraestructura de seguridad, recibes un cierto número de bitcoins, pero sólo pueden ser creados hasta 21 millones de unidades, de acuerdo a las reglas internas del sistema.
La otra manera de obtener los bitcoins es comprándolos en los sitios de intercambio designados, a un precio que ha variado en el último año entre 210 y 270 dólares por bitcoin. En la medida en que surgen más servicios y productos que pueden ser adquiridos con bitcoins, y que el intercambio de éstos no es ilegal, hay muchas personas que transan diariamente en esa “cripto-moneda” que, después de un bajón en enero de este año, se estabilizó en torno a los 240 dólares a finales de febrero.
Entre las ventajas de los bitcoins se cita la ausencia de comisiones o comisiones muy bajas respecto a otros medios de pago electrónicos y las críticas más frecuentes a la cripto-moneda tienen que ver con su uso intensivo en el “bajo mundo” digital, especialmente en las zonas restringidas de la Internet oculta, donde los ciber-criminales se mueven como pez en el agua. Es muy notorio, sin embargo, que después de seis años de evolución, a pesar de algunas crisis y fraudes descubiertos, el bitcoin se mantiene saludable.
En el sitio bitcoinvenezuela.com se ofrecen los bitcoins en dólares y en bolívares, aunque la tasa a la cual se adquieren en bolívares no es muy atractiva. Partiendo de casi 238 dólares por bitcoin, vigentes al momento de terminar esta nota, el precio en boívares es de 43.312,59.