En el país contamos con Leather Heart, empresa social con un merecido reconocimiento internacional y otras que tienen la certificación “B Pendiente” (que es una etapa previa a la certificación de Empresa B)
Por Orlando Luna
El emprendimiento social ha cobrado una gran relevancia en los últimos años, convirtiéndose en una poderosa herramienta para abordar problemas sociales y ambientales. Es un tipo de empresa que busca generar un impacto positivo en la sociedad, más allá de obtener beneficios económicos; aunque si bien se rige igual por la lógica del mercado, su fin último no es la maximización de la ganancia, sino la creación de valor para la sociedad.
Esta característica lleva a que lo confundamos con las organizaciones sin fines de lucro, las cuales no buscan el beneficio económico; mientras el emprendedor social, si busca un beneficio económico que será empleado con fines sociales.
Los especialistas proponen que, para poder denominar a un emprendimiento como social, debe cumplir varios requisitos:
Misión social: su objetivo principal es generar un impacto positivo en la sociedad. Esto puede incluir la creación de empleo, la educación, la salud o la protección del medio ambiente.
Sostenibilidad económica: aunque su foco está en el bien social, estos emprendimientos deben ser económicamente viables. Esto significa que deben generar ingresos suficientes para cubrir sus costos y seguir operando.
A través de la empresa, debe procurar sus medios para el fin propuesto, el cual es buscar un impacto positivo en la sociedad. Y, por supuesto, la mayor parte de los beneficios debe reinvertirse en ese fin último social; por lo general, desafíos sociales como la pobreza, la desigualdad y el medio ambiente.
Así mismo, para ser un emprendedor social, tendrá que tener conciencia de la problemática social que piensa atacar y tener voluntad y motivación para alcanzar el cambio. Y, por supuesto, tener las habilidades de un empresario para gestionar su negocio. Tendría una doble responsabilidad: con su empresa y con la sociedad.
Leather Heart, ejemplo de emprendimiento social venezolano
Leather Heart, fue la primera empresa tipo B venezolana, es decir las que combinan la rentabilidad económica con la solución a problemas sociales y ambientales. Tuvo su origen en un trabajo de grado presentado en la Maestría en Administración del IESA, en 2018. Actualmente es una startup que cumple una triple función social. Su modelo de negocio es la transformación de desechos textiles en animales de peluche, lo que cumple una importante función medioambiental; por otro lado, es una fuente de empleo que forma costureras y las reinserta en el mercado laboral y, en tercer lugar, por cada peluche vendido, un niño necesitado recibe otro peluche u otro tipo de ayuda social.
Fuente: Intranet IESA
Foto: Leather Heart