Agua del mar para consumir

Publicado : 14 agosto, 2019

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Por: Sarai Coscojuela | @ecoaliados21

Quizás parece una idea un tanto descabellada, pero el agua del mar podría servir para el consumo humano. Ya varios países como México, China, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos , Australia, Egipto y Europa han intentado la desalinización, pero el costo económico influye en su comercialización.

Sin embargo el científico Jeff Ong, del Laboratorio de síntesis y catálisis inorgánica de la Universidad Politécnica de Lausana, espera haber dado con la solución a este problema. Ong ha desarrollado una máquina de tratamiento de agua que combina las ventajas de las principales técnicas de desalinización ofreciendo al mismo tiempo un mejor rendimiento.

El prototipo elimina más del 99% de la sal del agua del mar con el mismo rendimiento que los sistemas más eficientes, con menos energía.

Actualmente la técnica más utilizada para este proceso es el de la ósmosis inversa, que consiste en aplicar presión al líquido más concentrado para que fluya a través de la membrana de filtración hacia el lado del agua potable. Sin embargo este proceso utiliza una gran cantidad de electricidad y las membranas se deterioran de forma más rápida, al igual que otros componentes, consumidos por las partículas minerales.

Además las máquinas se deben limpiar con químicos varias veces al año y se deben reemplazar con mucha frecuencia. Ong explica que esto implica altos costes de mantenimiento para los productores. Es por eso que su concepto utiliza membranas de material hidrófobo e inerte, que pueden consumirse con menor rapidez y reciclarse a bajo coste.

El investigador ha reunido una serie de módulos de desalinización basados en la evaporación y ha integrado un sistema interno de recuperación de calor. “Estos principios de evaporación y flujo de refrigeración se utilizan comúnmente en la industria de la energía nuclear“, explica Ong. “Somos los primeros en aplicar el concepto en el campo de la filtración de agua. Además, la velocidad de trabajo se ha incrementado dos veces, lo que permite a la planta manejar concentraciones de sal muy altas -más de 200 g/l- el doble que las tecnologías estándar de separación térmica y más de cuatro veces más que la ósmosis inversa.”

A raíz de este desarrollo, Ong ha fundado un spin-off llamado Aqualife Global, con la que aportar tecnología al mercado, que puede usarse para más cosas que solo agua potable. La máquina se puede utilizar para el tratamiento de aguas residuales de la industria minera y de la industria agroalimentaria.

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