Juan Vicente González tuvo sostenida presencia en el debate político y en la vida intelectual venezolana del siglo XIX tomando posición sobre los sucesos de su tiempo y fijando claros deslindes frente a sus adversarios.
Por Inés Quintero * | IG @inesquinterom
Al nacer en 1810, en Caracas, fue abandonado en la casa de Francisco González quien se encargó de su crianza. Juan Vicente González concluyó sus estudios de bachiller y licenciado en filosofía en 1830 en la Universidad Central de Venezuela. Desde entonces tuvo una intensa actividad en el campo del periodismo, la literatura, la historia y la polémica política, también fue docente de literatura, historia, gramática y latín en la universidad y en varios colegios de Caracas.
Fundador del Partido Liberal en 1840, muy pronto se distanció de Antonio Leocadio Guzmán distinguiéndose como uno de sus más fervientes críticos, a través de distintos medios impresos editados por el mismo. Como jefe político de Caracas se encargó de entregar a Guzmán en 1846 para que fuese sometido a juicio. Si bien apoyó el ascenso de José Tadeo Monagas al poder, poco tiempo después se mantuvo al margen y se dedicó a la escritura. En esos años publicó algunas de sus más conocidas obras: las biografías de José Félix Ribas, de José Cecilio de Ávila, y de Martín Tovar Ponte. Con anterioridad había publicado un popular Compendio de gramática castellana (1841) y Mis exequias a Bolívar (1842). También fundó el colegio El Salvador del Mundo.
Al comenzar la Guerra Federal fue crítico de los federalistas, defensor del poder civil y contrario a la dictadura de José Antonio Páez; sometido a prisión entre 1861 y 1862 aprovechó el encierro para concluir su Manual de Historia Universal. Finalizada la guerra siguió activo en la política abogando por la paz y en 1865, dio inicio a la Revista Literaria en la cual publicó sus trabajos sobre Andrés Bello, al conocerse la muerte del importante humanista caraqueño. Fue éste su último proyecto literario, al año siguiente falleció en Caracas.