Hagamos la diferencia

Publicado : 16 junio, 2022

Categoria : Destacados, RSE

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Nuestros estilos de vida tienen un gran impacto en nuestro planeta. Alrededor de dos tercios de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están relacionadas con los hogares.

Por Yuly Castro

La pandemia del Covid-19 sorprendió al mundo a menos de 10 años de la meta para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible, propuestos por Naciones Unidas en la Agenda 2030.

Sin duda, esta situación ha impactado significativamente en el logro de los objetivos, replanteando, en muchos casos, la estrategia a seguir.

Con un sistema sanitario desbordado, las economías mundiales en recesión y las tensiones sociales derivadas de la pandemia; los gobiernos, empresarios y sociedad civil, se han visto obligados a atender estas demandas urgentes, relegando en algunos casos los objetivos propuestos para cuando las “cosas mejoren”.

Sin embargo –paradójicamente-, las carencias más relevantes que afloraron a raíz del Covid-19 tienen que ver con los grandes retos de los ODS, como, por ejemplo: 

Objetivo 1. Fin de la Pobreza

Objetivo 3. Salud y Bienestar

Objetivo 8. Trabajo decente y crecimiento económico

Objetivo 10. Reducción de las desigualdades

Lejos de retrasar, se impone acelerar las soluciones sostenibles dirigidas a combatir la pobreza, las desigualdades y garantizar asistencia sanitaria para todos, a la par de los otros grandes problemas mundiales, como el cambio climático, el hambre, etc.

Por supuesto que solo es posible con el compromiso mundial y la cooperación de los gobiernos, organizaciones internacionales, empresarios y sociedad civil. Pero también a nivel individual podemos contribuir y acelerar los cambios.

Nuestros estilos de vida tienen un gran impacto en nuestro planeta. Alrededor de dos tercios de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están relacionadas con los hogares. Desde la electricidad que utilizamos, hasta los alimentos que comemos y cómo los desechamos, la forma en que nos movilizamos, etc.

Entonces… ¿Cómo podemos hacer la diferencia?

Aquí tienes una lista de acciones sencillas que puedes incorporar a tu rutina desde ya:

  • Ahorra energía: sustituye los bombillos incandescentes por bombillos ahorradores, desenchufa los cargadores y aparatos que no estés utilizando, toma duchas cortas, apaga las luces, lava con agua fría, deja secar el cabello y la ropa al aire libre.
  • Conduce menos, camina más y movilízate en bicicleta cuando te sea posible.
  • Come menos carne, pescados y productos procesados; consume más vegetales, producción local y de temporada, no desperdicies alimentos.
  • Compra productos que estén mínimamente empaquetados.
  • Reutiliza, repara y recicla.
  • Utiliza una botella de agua y una taza de café reutilizables, así como bolsas ecológicas al hacer tus compras.
  • Dona lo que no utilices y esté en buen estado. Seguramente otras personas le darán una segunda oportunidad.
  • Denuncia el acoso en línea y comparte en tus redes sociales información de calidad y verificada sobre igualdad de género, cambio climático, etc.

Naciones Unidas tiene incluso una app que te invita a descargar para obtener más consejos y registrar sus acciones diarias para mitigar el cambio climático. El enlace aquí: https://actnow.aworld.org/


Fuentes: 

https://www.un.org/es/actnow/

https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/decade-of-action/

https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/takeaction/


Cortesía imagen: 

Agenda2030.png

Sostenibilidad en casa.png

 

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