Urbano coronó al Caracas con no hit no run

Publicado : 7 septiembre, 2023

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El sábado 24 de enero de 1987, el derecho falconiano que entonces contaba con 24 años de edad, propinó no hit no run de 4-0 en el estadio de la UCV ante los Tiburones de La Guaira.
Por Javier González 

Urbano Lugo culminó con broche dorado el campeonato de béisbol profesional 1986-87 para los Leones del Caracas.

El sábado 24 de enero de 1987, el derecho falconiano que entonces contaba con 24 años de edad, propinó no hit no run de 4-0 en el estadio de la UCV ante los Tiburones de La Guaira para completar barrida en el cuarto juego de la serie final y así logró asegurar el duodécimo de los 21 gallardetes que ha ganado la tropa melenuda en su historia.

El de Lugo Jr. fue el séptimo encuentro sin imparable ni anotación en la historia de la LigaVenezolana de Beisbol Profesional

Esta joya de pitcheo tuvo características muy especiales que difícilmente podrán ser igualadas. En primer lugar, porque produjo el título, luego porque el autor emuló al padre del mismo nombre, quien lo consiguió el 6 de enero de 1973 con el mismo uniforme, frente al mismo rival, en el mismo escenario y, finalmente, ambos no hitters tuvieron en común que el receptor que los recibió fue Baudilio Díaz.

Urbano

Con broche de oro cerró Urbano Lugo el torneo 1986-87 para los Leones del Caracas. Fue un día histórico e inolvidable para afición caraquista.

“Urbano Lugo no pudo escoger un mejor momento para completar la más brillante actuación de su carrera, y con un partido sin hit ni carrera dio anoche a los Leones del Caracas el campeonato 86-87… Sólo tuvo en circulación a tres corredores durante todo el partido, mientras recibía el respaldo de Andrés Galarraga, quien jonroneó sin gente en base en la sexta entrada”, destacó la reseña de Humberto Acosta en el diario El Nacional el 25 de enero de 1987.

Los tres rivales que consiguieron embasarse ante Lugo fueron Luis Salazar, por error del segunda base Casey Candaele en el quinto acto, Bruce Fields, quien negoció transferencia en el el octavo y Carlos “Café” Martínez, quien llegó a salvo a primera por pecado del antesalista, Jesús Alfaro, en el noveno. 

Como es casi habitual en este tipo de encuentros, también dependió del apoyo de la defensa. En el tercer capítulo, Dwigth Taylor, jardinero central, se lanzó de cabeza para capturar peligroso batazo de Gustavo Polidor y en el cuarto se lució Candaele en la intermedia para atrapar un violento rodado y poner out en primera a Raúl Pérez Tovar.

En su última ocasión ofensiva los Tiburones amenazaron seriamente a Lugo cuando Martínez embasó por el error de Alfaro. Norman Carrasco siguió con rolling difícil que capturó el lanzador y lo puso out en primera, mientras el corredor avanzaba a segunda. Alfredo Pedrique falló con elevado a primera y con par de outs y hombre en posición anotadora se presentó al plato Oswaldo Guillén.

Urbano

Baudilio Díaz no sólo fue el receptor de Urbano Lugo Jr. sino también del padre Urbano Lugo Sr., quien en 1973 consiguió también un juego sin hit ni carrera ante el conjunto escualo, en el mismo escenario.

“Un especialista en dirigir los envíos sobre la esquina de afuera y sobre la cabeza de los antesalistas, Guillén falló en esa ocasión y su batazo fue tomado por Alfaro, quien luego de hacer el gesto de la victoria, la señal del seguro, del lo tenemos, tiró a la inicial para completar el out 27”, describió Acosta en su crónica.

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