Formado en el campo de la ingeniería, tuvo destacada presencia en el diseño y construcción de importantes obras públicas en tiempos de Guzmán Blanco, también ocupó altas responsabilidades en la administración pública y se involucró en distintos proyectos para el progreso material y moral de Venezuela.
Por Inés Quintero * | IG @inesquinterom
Jesús Muñoz Tébar nació en Caracas en 1847, estudió ciencias matemáticas en la Universidad Central de Venezuela y fue profesor de la Academia de Matemáticas. En 1863 ingresó al Ministerio de Guerra y Marina, pero su desempeño en funciones públicas tuvo especial impacto durante los gobiernos de Antonio Guzmán Blanco y en las décadas siguientes.

Retrato de Jesús Muñoz Tébar, Memoria del Ministerio de Obras Públicas, 1875
Estuvo en la Dirección Nacional de Instrucción Primaria y fue director de la Escuela Modelo cuando se inicia la aplicación del decreto de Instrucción pública sancionado en junio de 1870. De allí pasó a trabajar en el campo de las obras públicas; en 1873 ocupó la cartera de Fomento y al año siguiente presidió el recién creado Ministerio de Obras Públicas. Desde esta posición participó en el diseño y construcción de carreteras, fortificaciones, ferrocarriles, viaductos, refacción de iglesias y otras importantes obras como el Hospital Vargas y la conclusión del Teatro Guzmán Blanco.
Además de esta intensa actividad en el campo de las obras públicas, fue senador y diputado en varias oportunidades; rector de la Universidad en 1887 y en 1906, también escribió varios manuales para la enseñanza de la geometría, el sistema métrico y la ortografía; un instructivo para la construcción de vías férreas en terrenos montañosos y un libro titulado Personalismo y Legalismo, donde reflexiona sobre la relación entre el poder y las leyes en la Venezuela de su tiempo. En 1900 ingresó a la Academia Nacional de la Historia.
Promotor de la inmigración, estaba convencido de que la educación era la clave para la transformación y el progreso de Venezuela. Falleció en Caracas en 1909.