Aparece el nuevo “fracking atómico”, que no es ciencia ficción

Publicado : 3 marzo, 2015

Categoria : Sin categoría

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Por José Suárez Núñez

El “fracking” o fracturación hidráulica ha significado una revolución en el mercado petrolero, y aunque no representa una guerra de precios ha derivado en un derrumbe de los valores del crudo que han caído de 115 dólares el barril en el tercer trimestre del año pasado, a niveles de 30 a 40 dólares, a principios de febrero de 2015.

El impulso lo originó Arabia Saudita que presionó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), para que no aceptará la petición de algunos de sus países miembros como Venezuela e Irán, que solicitaron un recorte de la producción, para que subieran los precios, pero se opuso a esa práctica que durante décadas utilizó, para mantener el predominio del mercado por tener las mayores reservas mundiales de crudos comerciales.

El fracking no es nada nuevo, Estados Unidos lo descubrió y utilizo desde al año 1940 y en los campos petroleros del estado Zulia lo utilizó la Royal Dutch Shell, durante la época concesionaria. En pocas y simples palabras, el término significa perforar los pozos no con los métodos tradicionales, sino apoyando los taladros dirigidos a la roca madre, con grandes cantidades de agua acompañados de químicos, que permitir extraer mayores volúmenes de petróleo.

Están auxiliando a la perforación horizontal de los pozos, en lugar de usar solo la perforación horizontal tradicional. Los beneficios son muchos. Los veteranos petroleros dicen “que se perfora hoy y sale el petróleo”. No es así precisamente, pero ahorra dos o tres veces del tiempo para completar los pozos y que fluya el petróleo hacia la superficie. Por lo cual, ahorra dinero y además fluye más petróleo que de los pozos de crudos convencionales.

Con la combinación del fracking hidráulico y la perforación horizontal en los pozos de esquisto, el costo de un pozo puede ser de aproximadamente unos 2 millones de dólares, mientras los convencionales cuestan alrededor de 10 millones de dólares, aunque siempre depende de las áreas petroleras. Además, ese crudo es “ultraliviano” lo que significa que en el proceso de refinación sale más gasolina, diésel y otros líquidos livianos de mayor valor en el mercado. Eso explica que EEUU, en sólo tres años de acelerada perforación subió la producción doméstica de 4,3 millones de barriles diarios a 9,1 millones de barriles diarios, entrando en el club de los tres grandes mundiales, Arabia Saudita y Rusia, los cuales producen cada uno más de 9 millones de barriles diarios.

Ahora, hace meses apareció en el mercado el “fracking atómico” que puede cambiar las reglas del juego del negocio. Lo encabeza Estados Unidos, que durante varias décadas estuvo dependiente del petróleo del Medio Oriente y esto ha originado varios dolores de cabeza a los competidores.

Esta es la historia. Ya en 1967, el gobierno de Estados Unidos tuvo una idea completamente loca … Lanzar bombas atómicas bajo tierra para liberar el petróleo y el gas enterrados en depósitos de esquisto en Estados Unidos. Estas bombas son más poderosas que las que los EE.UU. lanzaron sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial.  El gobierno llamó a esta iniciativa “Proyecto Gasbuggy“.

Canadá tuvo una iniciativa similar para extraer el petróleo y  gas de sus gigantes campos  de arenas petrolíferas.  Esto muestra la desesperación que tenía para recuperar esa energía que estaba “atrapada” en el subsuelo.

Estados Unidos detonó tres “pruebas de cabezas nucleares” a una profundidad de 4.240 pies, en Nuevo México, Colorado y Nevada. De hecho, el Estado de Nuevo México así producido más volúmenes de gas después de la explosión de lo que tenían sus pozos en los siete años anteriores a la explosión.

Pero al final, ambos gobiernos abandonaron estos proyectos debido a las crecientes preocupaciones sobre la radiactividad y cesó la actividad en espera de nuevas tecnologías.

Mientras tanto el  fracking hidráulico ha existido desde la década de 1940, y no fue sino hasta el año 2000 que la técnica de la “completación” (nombre  que usan los petroleros para indicar que el pozo está listo para producir) se acopló por primera vez  con la perforación horizontal.

Esto abrió una explosión en la producción de energía en toda la nación y convirtió a simples ciudadanos en millonarios de la noche a la mañana. Algunas regiones de Estados Unidos, como el Estado de Texas,  ahora están bombeando más petróleo que la mayoría de los países de la Opep. La nueva técnica del “fracking atómico” es disparar a un objeto especial en los pozos viejos, respetando el medio ambiente.

La firma de análisis financiero Seeking Alpha dice que es “el arma secreta que permite a los productores de petróleo de esquisto  mantener e incluso aumentar la producción de petróleo a precios bajos.”

De acuerdo con la revista The Bakken , esta técnica “puede dar resultados casi idénticos a la producción inicial.” y   significa duplicar la cantidad de petróleo y gas que se puede extraer de cada pozo.

 

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