De Willie Horton a Carlos Subero

Publicado : 5 diciembre, 2014

Categoria : De interés

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Imagen: Cortesía site Tigres de Aragua

Por Ignacio Serrano (@IGNACIOSERRANO)

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A Oswaldo Olivares le tocó vivir un episodio sin par en la historia del beisbol venezolano. En 1978, en plena debacle del Magallanes, su equipo por entonces, el “Gago” fue convocado por directivos de la divisa turca para un almuerzo secreto junto con otros jugadores emblemáticos del club.

 

Quería el alto mando de los Navegantes conocer la opinión de los peloteros sobre el mal momento de la escuadra, y pergeñar una posible solución.

 

Ese día se decidió el despido de Octavio “Cookie” Rojas, una leyenda de la pelota caribeña, hasta allí el manager de los bucaneros, y se selló el nacimiento de otra leyenda, la del “Brujo” Willie Horton.

 

La nave ocupaba el último lugar de la tabla de posiciones y venía de sufrir una ominosa eliminación en la temporada 1978-1979, que para colmo ganó el Caracas. Horton, que no tenía experiencia como piloto, era un curtido bateador, había sido grandeliga por muchos años y siempre fue un agradable conversador.

 

Sí. La insólita respuesta a la crisis fue poner a un jonronero en el puente de mando. Y funcionó.

 

El Magallanes de Horton ganó 12 encuentros consecutivamente, para saltar del último al primer puesto.

 

No terminó allí. Los eléctricos siguieron de largo, a pesar de las a menudo inexplicables decisiones del estadounidense, lo que le ganó su mote.

 

Dominaron los playoffs. Ganaron la final. Conquistaron la Serie del Caribe, en San Juan e Puerto Rico.

 

No es común que el relevo de mando en plena campaña termine en apoteosis. Es lo que este año esperan los Leones con el boricua Pedro López y ahora también los Tigres con Carlos Subero.

 

No es común, pero ha pasado. Y una de ellas ocurrió, precisamente, con el propio Subero.

 

El ex infielder recibió por adelantado su bautismo como manager de la LVBP en 2005, cuando el entonces piloto del Caracas, Omar Malavé, decidió dar un paso al costado y pedir su baja.

 

Subero, en un movimiento que resultó proverbial, fue puesto al frente de la novena capitalina, hizo pareja con el coach de pitcheo Julio Franco y ya los melenudos no bajaron más la cabeza, hasta arrasar en el torneo y barrer con la Serie del Caribe, disputada en febrero de 2006, entre Maracay y Valencia.

 

Hoy Subero conduce a los Tigres, tras el despido de Luis Sojo. ¿Se repetirá la historia?

 

Él espera que sí.

 

 

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